#Catástrofe del Cap Arcona.

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El mayor desastre de ese tipo, ocurrió en el Báltico, y el buque fue el 
Cap Arcona, en el que 4.500 prisioneros quedaron atrapados en las bodegas, durante la matanza de la bahía de Lübeck, tragedia que no sale en los libros de historia, y en la que murieron deportados de 28 nacionalidades, incluida la española. 

El Cap Arcona fue un lujoso barco, considerado el Queen Mary II de su época, que transportó pasajeros por el Báltico, Mar del Norte y Atlántico hacia África, Brasil y Argentina durante 12 años, hasta el estallido de la 2ª Guerra Mundial. 



El 25 de agosto de 1.939 fue destinado al servicio de la guerra, y fue amarrado en el puerto de Dánzig siendo usado como vivienda flotante de la Kriegsmarine. En 1.944, ante el avance de los aliados, pasó a transportar refugiados, prisioneros, heridos y tropas, entre Dánzig y Copenhague, pero las turbinas se averiaron durante la travesía, por lo que fue remolcado a un astillero escandinavo donde las repararon. Pudo volver a Alemania, pero al llegar a la bahía de Lübeck estaba casi inservible, por lo que la Kriegsmarine se lo devolvió a la naviera propietaria. 

El 14 de abril de 1.945 Himmler dio la orden de no dejar ningún deportado vivo en manos de los aliados para que las atrocidades de los campos quedaran ocultas para siempre, por lo que, al ser demasiado lenta la eliminación de los cuerpos, los SS decidieron vaciar los campos de concentración organizando las “marchas de la muerte”. 



Los campos de Neuengamme y Dánzig fueron vaciados y los deportados dirigidos hacia Lübeck, donde los nazis pretendían encerrarlos en buques y hundirlos en alta mar, por orden de Kaufmann. También llegaron allí presos de Stutthof y Mittelbau-Dora. 

En la bahía se encontraban el buque Cap Arcona, y los cargueros Thielbek, Athen y Deutschland. Los cuatro serían preparados para el mismo objetivo. 

Mientras los deportados eran llevados hacia allí, el 18 de abril de 1.945, los SS subieron a bordo del Cap Arcona e informaron a los oficiales que se estaba preparando una “operación especial”, sin concretar más, pero los capitanes Heinrich Bertram del Cap Arcona y Jhon Jacobsen del Thielbelk fueron llamados a tierra, donde se les explicó en detalle el proyecto asesino. Jacobsen regresó a bordo y reveló la verdad a toda su tripulación, señalando que ambos capitanes se habían negado a llevarla a cabo. Jacobsen, fue separado del mando de su buque al día siguiente. 






Lo del Titanic no fue el peor desastre 

Info 
El mayor desastre marítimo del mundo, no paso en el Océano Atlántico, ni fue el hundimiento del Titanic, en el que murieron 1.523 personas. 

El mayor desastre de ese tipo, ocurrió en el Báltico, y el buque fue el Cap Arcona, en el que 4.500 prisioneros quedaron atrapados en las bodegas, durante la matanza de la bahía de Lübeck, tragedia que no sale en los libros de historia, y en la que murieron deportados de 28 nacionalidades, incluida la española. 

El Cap Arcona fue un lujoso barco, considerado el Queen Mary II de su época, que transportó pasajeros por el Báltico, Mar del Norte y Atlántico hacia África, Brasil y Argentina durante 12 años, hasta el estallido de la 2ª Guerra Mundial. 


El 25 de agosto de 1.939 fue destinado al servicio de la guerra, y fue amarrado en el puerto de Dánzig siendo usado como vivienda flotante de la Kriegsmarine. En 1.944, ante el avance de los aliados, pasó a transportar refugiados, prisioneros, heridos y tropas, entre Dánzig y Copenhague, pero las turbinas se averiaron durante la travesía, por lo que fue remolcado a un astillero escandinavo donde las repararon. Pudo volver a Alemania, pero al llegar a la bahía de Lübeck estaba casi inservible, por lo que la Kriegsmarine se lo devolvió a la naviera propietaria. 

El 14 de abril de 1.945 Himmler dio la orden de no dejar ningún deportado vivo en manos de los aliados para que las atrocidades de los campos quedaran ocultas para siempre, por lo que, al ser demasiado lenta la eliminación de los cuerpos, los SS decidieron vaciar los campos de concentración organizando las “marchas de la muerte”. 


Los campos de Neuengamme y Dánzig fueron vaciados y los deportados dirigidos hacia Lübeck, donde los nazis pretendían encerrarlos en buques y hundirlos en alta mar, por orden de Kaufmann. También llegaron allí presos de Stutthof y Mittelbau-Dora. 

En la bahía se encontraban el buque Cap Arcona, y los cargueros Thielbek, Athen y Deutschland. Los cuatro serían preparados para el mismo objetivo. 

Mientras los deportados eran llevados hacia allí, el 18 de abril de 1.945, los SS subieron a bordo del Cap Arcona e informaron a los oficiales que se estaba preparando una “operación especial”, sin concretar más, pero los capitanes Heinrich Bertram del Cap Arcona y Jhon Jacobsen del Thielbelk fueron llamados a tierra, donde se les explicó en detalle el proyecto asesino. Jacobsen regresó a bordo y reveló la verdad a toda su tripulación, señalando que ambos capitanes se habían negado a llevarla a cabo. Jacobsen, fue separado del mando de su buque al día siguiente. 


Entre el 19 y el 26 de abril, más de 11.000 deportados llegaron a pie al puerto de Lübeck, estando presente la Cruz Roja Sueca que intentó negociar con Himmler su rescate, aunque en vano. 

El 20 de abril comenzó el embarque. Gehrig ordenó a Fritz Nobmann, capitán del Athen, llevar a 2.300 deportados y 280 oficiales SS y kapos a bordo para transferirlos al Cap Arcona anclado a 4 km. en alta mar. Nobmann se negó, pero bajo amenaza de ser fusilado tuvo que acceder, y los ss obligaron a subir a los deportados a palos. Cuando llegaron al Cap Arcona, Bertram se negó a embarcarlos, y el Athen tras pasar la noche en alta mar, regresó a puerto con los deportados. 

Gehrig (SS- Sturmbannführer) se lo comunicó a Pauly (comandante de las SS), que a su vez se lo transmitió a Bassewitz-Behr (general de las SS), y éste a Kaufmann (comisario del Reich para la marina). Kaufmann envió a Horn, su asesor personal, a encontrarse con John Egbert, presidente de la compañía marítima propietaria del buque, para decirle que si Bertram no accedía sería fusilado, momento en el que todos tenían claras ya las intenciones de los SS y el destino de los deportados. 

Cinco días después, el 26 de abril, el teniente comandante Lewinski y Gehrig subieron a bordo del Cap Arcona. Bertram intentó negociar con ellos, pero solo recibió como respuesta la promesa de un juicio marcial y su fusilamiento si se negaba, con lo que accedió. 

Comandados por el oficial Kristein, los ss quitaron todos los chalecos salvavidas, los bancos y cualquier cosa que pudiese ser usada como balsa, y los guardaron bajo llave. 

Durante varios días, el Athen navegó entre el puerto y el buque transportando deportados para transferirlos. Excepto los deportados políticos, los presos permanecieron uno o dos días a bordo del Thielbek antes de ser transferidos al Cap Arcona. Finalmente subieron a bordo 6.500 deportados y 600 guardias SS. 



Para los deportados la visión era surrealista, agotados tras la marcha de la muerte, atravesando el interior del barco decorado con alfombras persas, y pasando por los elegantes restaurantes Victorianos, para terminar amontonados en los camarotes, que habían sido vaciados para hacer más espacio, aunque habían dejado los cuadros de las paredes y las mullidas alfombras… 

Casi no había comida ni bebida, por lo que diariamente morían de 20 a 30 deportados, y en vistas del hundimiento, el número de ss se fue reduciendo, siendo éstos sustituidos por miembros del ejército de tierra y de la infantería de marina, de entre 55 y 60 años. 

El 30 de abril, el Athen realizó su último viaje al Cap Arcona, pero para sacar prisioneros del buque (superpoblado) puesto que ni los ss podían soportar más los muertos y el olor, y porque la Cruz Roja sueca consiguió llegar a un acuerdo para rescatar a los detenidos franceses. 

El 3 de mayo, mientras los submarinos alemanes se preparaban para disparar los mortales torpedos, los tanques británicos aparecieron, y los alemanes su pusieron a cubierto para combatir. Esa misma mañana, un avión inglés había hecho un vuelo de reconocimiento y había sobrevolado el Cap Arcona. Los deportados le habían hecho señales con las manos, pero los nazis del Athens abrieron fuego contra el avión. Volaba a 10.000 pies, por lo que era imposible identificar a las personas a bordo. 

A mediodía dos oficiales británicos se presentaron en la oficina de la Cruz roja sueca donde recibieron el informe completo de la situación de los barcos, pero ya era tarde, varios aviones de la RAF (Royal Air Force) se presentaron en la bahía. Cuatro escuadras de cazabombarderos Typhoon de la Second Tactical Air Force se pusieron en posición de ataque, y aunque los ss pusieron banderas blancas en los barcos, mantuvieron la bandera hitleriana, y los ingleses iniciaron el ataque, siendo los buques bombardeados y ametrallados. 

 

En el Cap Arcona, muchos deportados habían sido encerrados en las bodegas y en los camarotes. El buque se incendió y comenzó a hundirse, y los presos que pudieron salir sabían que tenían poco tiempo para escapar, pero no tenían cómo, puesto que los ss habían agujereado todos los botes, excepto uno para ellos. Bertram abandonó el puente de mando y se abrió paso a machetazos entre los presos para salir del barco. Los presos se tiraban por la borda para agarrarse a un tablón o a lo que pudieran, muriendo la mayoría de ellos ahogados, otros nadando en las aguas, que por aquel entonces estaban a unos 7 grados bajo cero, y otros muchos, ametrallados en el agua o al llegar a tierra. 

Unos pocos prisioneros fueron rescatados por pescadores alemanes que socorrían a las victimas, y al llegar a tierra solicitaron a las tropas británicas que enviaran urgentemente botes de salvamento. 

Minutos después se produjo el ataque contra el Thielbek. 

De los 4.500 prisioneros del Cap Arcona, lograron salvarse 316, y de los 2.800 del Thielbek, se salvaron 50. 

El Athens, poco después de su último viaje al buque embarrancó en Neustadt e izó una bandera blanca, gracias a lo que se salvaron todos los pasajeros, que fueron liberados por los aliados. El Deutschland también fue atacado y hundido, pero no llevaba prisioneros dentro. 



Las autoridades británicas explicaron que la presencia de una flotilla militar alemana junto al Cap Arcona les había llevado al error, pensando que los barcos estaba ocupados por militares alemanes, pero en el año 2.000 el historiador alemán Wilhelm Lange afirmó que los británicos sabían de la existencia de estos buques-prisión un día antes del ataque, pero que esta información no se había dado a conocer. Cuando la Cruz Roja sueca trasladó a los prisioneros franceses a hospitales en Suecia, la operación de rescate se puso en marcha mediante la utilización de la información de la inteligencia británica, lo que indicaba su conocimiento de los prisioneros a bordo de los barcos. 

Cuatro semanas después del ataque, los cuerpos de las víctimas comenzaron a llegar a las playas. Los cadáveres fueron sepultados en fosas comunes cerca de Neustadt, en Holstein, y durante unos 30 años, siguieron llegando esqueletos a las playas, constando el último en 1.971, el de un niño de unos 12 años. 

Los supervivientes hicieron construir un memorial de piedra en el que se lee: “ A la memoria eterna de los deportados del campo de concentración de Neuengamme. Murieron durante el naufragio del Cap Arcana el 3 de mayo de 1.945”. 

El gobierno británico ordenó el cierre de los registros durante 100 años, por lo que los archivos no serán accesibles hasta 2.045. Ni británicos, ni franceses ni alemanes hablan de ello, ni la tragedia aparece en los libros de historia, por lo que el drama permanece impune, y la información de la que disponían seguirá siendo un secreto. 

Bruno

Some say he’s half man half fish, others say he’s more of a seventy/thirty split. Either way he’s a fishy bastard.

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