# Viagra: Invento Casual

16:24 1 Comments


         En el transcurso de un ensayo clínico de un fármaco contra la angina de pecho en 1994, el equipo de Pfizer recibió una reacción inesperada. "Al principio probábamos el Sildenafil [que más tarde sería el principio activo del Viagra] como medicamento cardiovascular y por su capacidad de reducir la presión arterial, pero la gente no quería devolver los medicamentos sobrantes, porque uno de los efectos secundarios era tener erecciones más fuertes y más duraderas", explicaba más tarde el médico de Pfizer Brian Klee.
          El equipo tomó buena nota y la farmacéutica abandonó ese mismo año la investigación sobre los efectos del citrato de sildenafil sobre la angina de pecho y centraron sus esfuerzos en el tratamiento de la disfunción eréctil. El resultado es conocido: en 1998 fue autorizada Viagra como primera píldora contra la impotencia autorizada en Estados Unidos. Desde entonces, más de 35 millones de hombres se han beneficiado de sus efectos y Pfizer ha obtenido 1.760 millones de dólares (1.117 millones de euros) de beneficio sólo por Viagra. En España, la pastilla de 50 miligramos puede adquirirse por 10,35 euros, siempre con receta médica. Internet también ofrece un floreciente mercado negro en el que abundan las falsificaciones.

Bruno

Some say he’s half man half fish, others say he’s more of a seventy/thirty split. Either way he’s a fishy bastard.

1 comentario:

  1. Sí, es interesante pero no inusual en el mundo de la ciencia médica. Algunos otros ejemplos de inventos casuales en medicina que se me ocurren son Propecia (el único medicamento para la calvicie de patrón masculino) y Priligy (el único medicamento para la eyaculación precoz). Todos estos tres medicamentos tienen una cosa en común y es que se usan para tratar afecciones que no amenazan la vida y, por lo tanto, el paciente se paga a sí mismo por estas llamadas fármacos de estilo de vida. Como lo demuestran estos ejemplos, los inventos casuales a veces pueden crear enormes oportunidades de negocios. El otro inconveniente para el paciente (aparte de tener que pagarse él mismo) es que estas pastillas son medicamentos serios, es decir, Viagra (vasodilatador), Propecia (medicamento hormonal), Priligy (antidepresivo) y, por lo tanto, el paciente debe tener una receta médica para comprarlos.

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